miércoles, 30 de enero de 2008

Problemas singulares de los padres divorciados

Los progenitores solos reconocen que cada hijo tiene sus propias necesidades y que estas cambian continuamente. Los que son divorciados afrontan problemas singulares para poder ofrecer a sus hijos la guía espiritual que necesitan. Por ejemplo, algunos padres divorciados no han recibido la custodia de sus hijos, de modo que procuran que su horario de visita coincida con un día en el que se pueda incluir la asistencia a alguna reunión cristiana. De esta forma, el niño mantiene un contacto regular con la congregación, lo cual es de gran beneficio para los hijos de padres divorciados.

Los padres divorciados que tienen menos contacto regular con sus hijos han de buscar maneras de reafirmarles su amor y cariño. Para tener éxito, deben tener muy presentes las cambiantes necesidades emocionales de sus hijos, en especial cuando llegan a la adolescencia y van interesándose más en las actividades sociales y las amistades.

Un buen padre, o una buena madre, también comprende las limitaciones, la personalidad y la manera de pensar de sus hijos. Mantiene conversaciones íntimas y cariñosas con ellos, y su relación es estrecha y afectuosa. La comunicación es franca y abierta. Los hijos se interesan en el padre o la madre, y viceversa.

Hay que ser razonables
A los hijos de padres divorciados les hace bien relacionarse regularmente con ambos progenitores. Cuando estos tienen creencias religiosas distintas , la comunicación franca y regular ayuda a evitar conflictos innecesarios. A los niños se les debe enseñar a respetar el derecho que tienen ambos progenitores de practicar su religión.